El día que te fuiste al cielo, fue el más triste de mi vida, Dios a ti te puso alas y a mi me arrancó el corazón.
Y de repente me dieron ganas de llorar sin ningún motivo, y lloré, llore tanto que sentí que había dejado la tristeza atrás y entendí que en ésta vida hay que soltar la tristeza, los malos pensamientos para ser feliz. Alegrate por el bien de los demás y ten la mejor actitud para afrontar las pruebas de Dios. Ánimo Llorar también te da tranquilidad, y limpia tu alma y tu corazón se siente mejor... Suelta aquellas almas que vuelen,que descansen un lugar mejor,donde ya no hay dolor,solo paz y alegría.
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