Mientras Dios me tenga en sus MANOS...No habrá mal que me DERRUMBE...Ni envidia que me alcance...Ni plaga que se me ACERQUE.
Confío en ti Señor, sé que por más profundo, oscuro y revuelto que sea el mar de las dificultades y los sufrimientos que me agobian, tú siempre estás allí para salvarme, cuidarme, llenarme de amor y ternura.
Más que pedir, es un día por el cual debemos agradecer, a Dios por tanto amor que nos da.
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